En estos momentos, como internos de la Clínica Universitaria Carlos Lleras Restrepo, somos testigos de la agudización de la crisis crónica atravesada por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia desde hace más de una década. Al día de hoy la Escuela de Medicina Interna se halla reducida a un único piso de hospitalización, acompañada por el fantasma de todos los demás servicios cerrados.
Podríamos decir que aún asistimos al Séptimo Piso con el fin de esperar el egreso o la remisión de los pacientes restantes, hasta que el último represente la mejor imagen de la zozobra bajo la cual nosotros hemos deambulado durante seis años de estudios, y las generaciones anteriores durante varios años más.
La pregunta es dolorosa: ¿qué pasará con lo que parecía ser el inicio del reencuentro de la Escuela que ha estado fragmentada y casi huérfana?
Los residentes de Medicina Interna, Endocrinología y Geriatría, nuestros docentes de primer orden, se han declarado en Asamblea Permanente desde mediados de la semana pasada. Todavía nos asiste y enseña el espíritu eterno de docencia expresado por los profesores de siempre, los que jamás han abandonado el prevalecer de la historia y el futuro que nos caracteriza como facultad, y a los que tanto les debemos.
El futuro es incierto y el llamado es certero:
Convocamos a todos los estudiantes de pregrado y postgrado de la Facultad de Medicina a una urgente congregación, con punto de partida el día de mañana durante la reunión citada por el Señor Decano a las 11:30 am en el salón 222.
Creemos que ya es hora de la indignación y lo que sigue a la indignación. No dejemos escapar la oportunidad traída por la crisis. El tiempo que se ha malogrado ya ha sido demasiado.
Atentamente,
Grupo de Internos Rotantes en Clínica Universitaria Carlos Lleras Restrepo II Semestre del 2011.
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